Sobre Divisamar

QUIENES SOMOS

El Hotel Divisamar se encuentra en una atmósfera tropical, rodeada de flores y jardines nativos, a solo 1 milla de la playa principal Espadilla, al lado de la carretera principal, a medio camino entre el Parque Nacional Manuel Antonio y el pueblo de Quepos. Hay un excelente servicio de transporte público que va del Hotel Divisamar a la playa, pasando la entrada del Parque Nacional y la Ciudad de Quepos, cada 20 minutos, el bus no requiere cambio exacto, se reciben billetes por igual.

Para los más enérgicos hay un sendero panorámico, comenzando en frente del hotel hasta el final de la primera playa pública, en la playa que conecta con el Parque Nacional Manuel Antonio, y posible regreso en autobús. Las acomodaciones en el Hotel Divisamar incluyen aguas cristalinas en la piscina y Jacuzzi, cafetería propia, Manuel Antonio Deli en el Lobby. Cerca al hotel, tenemos una gran variedad de hermosos lugares y diferentes estilos de comidas para todo gusto, Restaurante Emilios Café y Café Milagro, Barba Roja con increíbles vista l mar y extraordinarios atardeceres, Falafel, Pizza Lambretta, Agua Azul, Sushi Enzo con estilo Asiática y Japones, en comida Tailandesa tenemos a Samui, con buen ambiente, música en vivo a Jolly Rogers y sus 50 diferentes tipos de salsas picantes para acompañar a deliciosas alitas de pollo.

Sembradios de palmas africanas

Las palmas africanas producen frutas como almendras que contienen rico aceite. El aceite de palma procesado es usado en diferentes productos. Artículos diarios como lápiz labial, cosméticos, caramelos, margarinas, lubricantes industriales y jabones, entre otros. Las frutas son recogidas cuando tienen un color rojo anaranjado brillante. Una palma producirá sus primeros frutos después de 3 años y después se dará mantenimiento regularmente. La palma africana puede vivir más de 200 años. Después de un par de décadas las palmas africanas no-híbridas se están matando sistemáticamente y casi todas las palmas que se plantan hoy son híbridas clonadas que crecen más pequeñas y así más fácil de mantene. El trabajo en el campo es especializado. Una clase de trabajadores usan machete y veneno para mantener limpia la base de cada palma de modo que las serpientes no interfieran con el próximo grupo de trabajadores que son responsables de mantener recortadas las hojas para que el próximo grupo tengan un fácil acceso para cortar la fruta madura. Cuando se corta el racimo se estrella en el suelo y algunos dátiles se desprenden y se dispersan. Un diverso grupo de trabajadores (usualmente mujeres y niños) es responsable de recoger esos dátiles en sacos conocidos como “colloleros”. Los trabajadores más fuertes cargan los racimos grandes sobre las carretas que acopladas a un tractor son transportados finalmente hasta la planta procesadora.

Tortugas marinas

La tortuga lora se encuentra distribuida a través de las aguas tropicales del noreste del océano Índico, el océano Atlántico y lo largo de la costa este del océano Pacífico. Este quelonio, es la más pequeña de las tortugas marinas y una de las cinco especies de tortuga que visitan las costas de Costa Rica. Los adultos pesan entre 35 y 45 Kg. Y su caparazón mide entre 55 a 75 cm de largo. Su color es oscuro en los jóvenes y verde olivo en los adultos. El macho es más pequeño que la hembra y rara vez sale a tierra. La tortuga lora anida en un ciclo de dos a tres años, luego se aleja de las playas de anidación emigrando a áreas de alimentación en el Pacífico este desde México a Perú. En el Pacífico central de Costa Rica, se localizan cinco playas importantes para el anidamiento de la tortuga lora: Playa Hermosa, Playa Punta Mala, Playa Barú, Playa El Rey y Playa Matapalo en las cuales desova en forma solitaria. En tanto que en Playa Ostional y Nancite en Guanacaste llegan en “arribadas”, fenómeno en donde salen miles de tortugas a desovar al mismo tiempo. El periodo de desove de la tortuga lora, en el Pacífico Central de Costa Rica, esta concentrado entre los meses de julio a noviembre principalmente. Al igual que sus congéneres, la tortuga lora es vulnerable cuando emerge del agua para depositar y enterrar los huevos. Abandona su ambiente natural y una vez que llega donde anidará cava un hoyo con sus aletas traseras y deposita allí en algunos casos más de cien huevos, los cuales están cubiertos de una sustancia viscosa para evitar la contaminación por hongos o bacterias. Mientras desova llena sus ojos de lágrimas para mantenerlos húmedos y libres de arena. Este proceso tarda hasta una hora y puede repetirse durante la misma época de desove. Luego, vuelve al mar y tanto los huevos como las recién nacidas quedan abandonadas, por lo que son presa fácil para animales, como cangrejos, pizotes, mapaches, aves y perros, sin embargo su principal depredador es el hombre. En un lapso de 30 días el embrión está ya formado, y una vez completados 48 días nace. Con un tamaño de seis cm empieza a cavar y cavar, empujado la arena hasta llegar a la superficie. A diferencia de su mama, les atrae la luz; fuera del nido, se va directo al océano, lo logra esquivando cuánto depredador esté a su paso, se sumerge en el oleaje, hasta encontrar refugio en una alga o un área de abundante comida. Pasará los próximos años en una existencia solitaria y desconocida. Si sobrevive durante este tiempo, llegará a la madurez sexual entre los ocho y diez años de edad. Con suerte solo una de mil tortugas sobrevive lo suficiente para llegar a la edad adulta. A pesar de que existe legislación nacional e internacional que garantizan la conservación de la vida silvestre, por diferentes razones las tortugas marinas se encuentran en peligro de extinción. La tortuga lora, si bien está considerado entre las menos amenazadas de las tortugas marinas, al igual que las otras especies su número está decayendo. Barcos camaroneros atrapan miles de tortugas lora cada año, la muerte de tortugas adultas por pescadores locales, el comercio ilegal de los huevos, como actividad lucrativa debido a su aceptación, a pesar de estar regulada por ley, han provocado la extinción de estas en muchas playas. Como Costarricenses somos responsables de su sobrevivencia - Las tortugas marinas son parte de nuestra diversidad biológica es obligación nuestra conocerlas mejor para conservarlas, deteniendo el saqueo de huevos y protegiendo su proceso de anidación. Evitar la contaminación de aguas, playas y construcciones con alumbrados en sitios de desove. Los esfuerzos permanentes entre todos ayudarán a evitar su extinción.

Los Indios Quepo y el Tesoro Perdido

Los Indios Quepo eran un subgrupo de la gente de Boruca y de los hablantes Chibchas que emigraron hacia el norte de Colombia a finales del primer milenio. El gran conquistador Juan Vázquez de Coronado describió a los Quepo como "la gente más hermosa". Además de ser una tribu maravillosa, también los conocían como guerreros feroces. Se ha documentado que los Quepo "poseían oro en grandes cantidades que obtuvieron de los ríos y de los botines de las tribus caribeñas contra las cuales emprendían implacables guerras". Durante los meses lluviosos de julio a octubre, un considerable grupo de Quepo y un chaman, probablemente femenino, ocupó las colinas costeras de Manuel Antonio cerca de Punta Quepos. El chaman vivió en la isla Magote en la boca del río Naranjo. Una cueva profunda en la isla era utilizada para ceremonias y asegurar abundantes peces en el río, desove de tortugas en las playas y buenas cosechas de perlas y de moluscos raros de los cuales hacían una hermosa tinta púrpura. La historia registrada más temprana de la presencia europea en Manuel Antonio ocurrió cerca de cinco años después de que el explorador español Balboa descubrió el océano Pacífico. El explorador Juan Ponce de León, que sería acreditado más adelante con descubrir la Florida en su búsqueda para la fuente de la juventud, finalmente logró la tarea de encontrar las orillas occidentales de Costa Rica (y posteriormente la costa de Manuel Antonio) en el año 1519. Era la estación lluviosa, y un número temible de guerreros se agruparon en la playa e invitaron osadamente a Señor y su tripulación a desembarcar con insultos, gestos y golpes de palos. Ponce de León declinó, y llegó a ser el primero de muchos en llamar a los indios Quepo "Indios Bravos". Haciendo cálculos conservadores, se estima que en ese tiempo había más de mil aborígenes, posiblemente unos quince mil, entonces, la precaución de Ponce de León era prudente. Ha sido una leyenda antigua de que hay un tesoro oculto en alguna parte en los territorios que la tribu Quepo ocupara una vez. El famoso inglés John Clipperton quien comenzó su carrera larga e ilustre en los mares del sur a finales de los años 1600 creyó que más de 700 toneladas de oro, plata, perlas, esmeraldas y otras joyas fueron escondidas en alguna parte cerca de la Misión de San Bernardino de Quepo. La misión de San Bernardino de Quepo se cerró permanentemente en 1746 después de una rebelión que terminó con las misiones de las tierras altas del sur. En ese momento habían solo unos pocos Quepo; la mayoría había muerto como resultado de las enfermedades traídas por los europeos, la guerra con otros grupos indígenas y la esclavitud. Al poco tiempo después de 227 años de dominio español, la tribu de Quepo estaba extinta. Desde el redescubrimiento de sitio de la misión en 1974, más que la mitad de las ruinas han sido destruidas debido al pillaje, agricultura y nueva colonización. La localización del tesoro en billones de dólares permanece todavía en un misterio.

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